jueves, 1 de octubre de 2015

PERCEPCIÓN (relato)

Luisito se había perdido; quizás un descuido de sus padres, quizás un repentino impulso por explorarlo todo, pero el caso es que se vio solo y comenzó a llorar caminando sin rumbo de un lado a otro. Entonces los vio. Eran los dos demonios que aparecían siempre en sus pesadillas, solo que ahora eran reales. Avanzaban hacia él con los brazos abiertos, le gritaban mostrando sus fauces. Descontrolado por el pánico, o guiado por él, corría cuanto le podían permitir sus cortas piernas. Corría y lloraba desesperado llamando a su madre. Pero por mucho que avanzaba, nada podía evitar que aquellos dos demonios le alcanzaran. Cada vez más cerca.  Ahí estaban los seres con los que siempre le había amenazado su madre que se lo llevarían si se portaba mal. Pero él no había sido malo, solo se había perdido. Su terror no le permitió distinguir que cruzaba una carretera. Nada pudieron hacer los coches por evitar su atropello, como tampoco pudieron reanimarle los dos policías que habían corrido detrás de él desde que lo encontraran perdido por la ciudad. 

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