Ikea es superguay,
Ikea es maravillosa porque piensa siempre en la familia. Bieeeeennnn.
Qué retortijón me
provoca el último anuncio de Ikea (el penúltimo ni lo entendí, ese de la
silla).
Ahora resulta que los
profesores tenemos la culpa de que no se cene en familia. No la tienen tampoco
las tropecientas actividades extraescolares de los niños, ni los trabajos de
los dos padres, muchas veces en turnos distintos, ni el cansancio de estos al llegar a casa, ni
la falta de diálogo, ni el móvil, ni los matrimonios que, por desgracia, se
separan, ni tantos otros motivos...No, según Ikea, son pura y exclusivamente
las tareas de los profesores. La multinacional sueca entra en la polémica de
los deberes (y en mi opinión, sí que es verdad que en algunos centros se marcan
muchos) no para aportar nada en concreto, sino para sacar tajada. Oportunismo tan descarado como rancio.
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