domingo, 3 de junio de 2018


En Estados Unidos una profesora de primaria preguntó a sus alumnos de ocho años qué invento reciente les gustaría que no se hubiera inventado. Uno de los niños escribió que el móvil, añadiendo que ojalá su madre nunca se lo hubiera comprado y que odiaba esa aparato.
Un niño de ocho años odiando.
La profesora subió la redacción a la red y esta se hizo inmediatamente viral, compartiéndose decenas de miles de veces.
Lo he dicho más de una vez y no me cansaré de decirlo: no estamos siendo muy consciente de las consecuencias de nuestro enganche al móvil.
En un debate que se produjo en las escuelas a raíz de esta redacción la mayoría de los alumnos afirmaba que sus padres estaban más tiempo en el Facebook que con ellos.
Nuestras adicciones a las redes sociales marcarán a fuego el desarrollo afectivo de las nuevas generaciones y estas las transmitirán a sus semejantes.
Hay quien no le da mayor importancia al tema. Está demasiado ocupado con su móvil para dársela.


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