Advierto que en
este texto hago un pequeño spoiler sobre mi novela “Clara dice”.
Recientemente
hablé a alumnos de tercero de ESO en mi centro sobre mi novela “Clara dice”.
Les emociona enormemente que su profesor sea el autor de un libro que han
devorado, porque les encanta, y esperan ansiosos el día de esa charla. Llevo ya
varios años viviendo esta experiencia maravillosa. Compartir con ellos mis
vivencias como escritor y cómo se me ocurrió la novela. Entrar en clase y ver
en las mesas mi libro es una vivencia que, como escritor, aprecio muchísimo. Es
como verlo en los escaparates de las librerías.
En estas charlas
siempre hay una pregunta que no falta: ¿Vas a hacer una segunda parte de Clara
dice? Yo les pregunto que por qué iba a hacer algo así y me contestan que hay un malo al que no han cogido y quieren
saber qué pasa.
Primero les digo
que usen su imaginación y después les explico que dejé el final abierto con
toda la intención del mundo. Si cierro el final y todo es felicidad el lector
se quedará tranquilo y no se hará preguntas; pero si dejo el final abierto con
un halo de desconcierto o incertidumbre entonces sí que se harán preguntas. No
se quedan muy satisfechos pero supongo que eso les obligará a pensar sobre el
tema que trata el libro que son, en definitiva, los peligros con los que te puedas encontrar
en la red.
En junio estaré
en Bilbao con chavales de la ESO hablando del libro. Estoy seguro de que esa
pregunta aparecerá.
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