-Yo soy el médico y tú la enfermera.
-Ahora yo soy el jefe y tú la secretaria.
Un día Lorena se enfadó y puso
morritos a su hermano.
-Ahora yo soy la jefa y tú el secretario.
-No- protestó su hermano.
-¿Por qué? Siempre eres tú el jefe. Siempre me estás mandando.
-El juego es mío. Yo pongo las reglas.
-Pues no juego-le aclaró Lorena.
-Pues vale.
Esa fue la primera vez que Lorena dijo no. Ya no pararía.
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