domingo, 8 de enero de 2017



A veces pienso lo cortito que sería el temario de Historia del Arte si lo elaboraran los censores de Facebook.
Existe un trabajo en facebook que es el de censor sexual (puesto que ya sabemos que entre sus normas no existe la censura de la violencia explícita y gratuita, ni la de suprimir noticias falsas y dañinas,  o existe y no la aplican, no lo sé puesto que yo, como el común de los mortales no me leí las condiciones de acceso cuando le di a aceptar). O es un trabajo o es un algoritmo, pero supongamos lo primero. Quisiera verles la cara a esos censores sexuales, saber cómo son, cuál es su grado de inteligencia o su nivel de cultura. ¿Serán muy intolerantes o simplemente hipócritas? ¿Lo hacen porque son jóvenes y necesitan el dinero o creen en ello? ¿Me dirían que ellos solo obedecen órdenes? ¿Dónde he oído antes esa excusa? Me gustaría conocer, en especial, al que censuró la fotografía del Neptuno del genial escultor renacentista Gianbologna por considerarla sexualmente explícita. (Luego se disculparon y rectificaron, pero lo de pensar antes de actuar lo tienen pendiente todavía)
Me gustaría saber cómo catalogaría ese censor de Facebook mi moralidad, puesto que, como profesor de Historia del Arte, me paso el curso enseñando a menores de edad cuerpos desnudos de hombres y mujeres, ya sea en pintura o escultura, o incluso en fotografía, si me llega el tiempo para dar a Man Ray o Dora Maar. ¿Me convierte eso en una especie de depravado moral según Facebook? ¿Debería tapar con una cinta negra todas esas pinturas y esculturas? ¿Eso no pasa ya en algún que otro país muy ajeno a la democracia y ade cuyo nombre no quiero acordarme? Pienso que si no fuera un censor sino un algoritmo seguramente acabaría desprogramándose y autodestruyéndose en mis clases, escandalizado ante los desnudos que Miguel Ángel pintó en la capilla Sixtina. No digamos ya si entra cuando estoy dando a conocer al extraordinario Courbet.

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