¿Sabéis esos cubiertos
que combinan una especie de acero y plástico y que son muy monos? ¿Cuánto os
duran sin romperse en medio de una intervención quirúrgica sobre un bistec? A
mí, unas pocas semanas. ¿Y qué hacemos después? Ir a la ferretería con la cabeza gacha y el
sombrero cogido con las dos manos bien apretadito sobre el pecho y comprar
cubiertos de acero puro de Kriptón cien por cien indestructibles, y más caros,
claro. ¿Cuántas veces hemos comprado el mismo artículo? ¿Hemos ahorrado como
pretendíamos astutamente al comprar el cubierto barato? Pues así con todo. Si
lo queréis ver por el lado positivo, gracias a nuestra ingenuidad el sistema
funciona. Vaya si funciona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario