Amor de hijo
(relato)
Veinte años de
duro trabajo habían dado sus frutos. Ángel había dedicado dos décadas de su
vida en verter toda su formación y conocimientos en aquella máquina que viajaba
en el tiempo.
Siempre lo tuvo
claro, desde el primer momento, desde que quedara solo tras el brutal asesinato de su madre. Veinte años sin
relacionarse, sin vida social. Solo. Trabajando en su invento.
Hizo un solo
viaje en su máquina del tiempo. Con uno era suficiente. Retrocedió a los años
sesenta, encontró a su madre, veinteañera en aquel tiempo y gastó todo su
ingenio en convencerla de que no se
casara con ese joven agradable del que tanto se había enamorado.
Cuando, tras
varias semanas, logró convencerla, Ángel buscó su reflejo en el escaparate de
una tienda. Allí, esperó pacientemente a que su imagen se desvaneciera.
Desapareció de la existencia sonriendo con la certeza de haber contribuido a la
felicidad de la que hubiera sido su madre.
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