miércoles, 7 de febrero de 2018





La mujer nace libre y permanece igual al hombre en derechos.
¿Sabéis de cuándo es esta frase?
Pues es de 1791.
¿Sabéis quién la dijo?
Esta pregunta es más fácil pues supongo que no se os habrá ocurrido pensar que la dijo un hombre.
En efecto, la dijo una mujer. La escribió una mujer.
Olympe de Gouges, francesa ella.
Veréis, es que los revolucionarios franceses de 1789 redactaron una declaración muy chula de derechos del hombre y del ciudadano, así en masculino. Se despistaron y no se dieron cuenta de que la otra mitad de Francia estaba poblada por mujeres. Pero debió de ser contagioso porque a los revolucionarios de Estados Unidos les había pasado lo mismo con su declaración de derechos y, no solo se olvidaron de las mujeres, sino que también, debe de ser que no cayeron en la cuenta, así, sin mala intención, de que también había nativos y negros esclavos en aquellas tierras. Un despiste lo tiene cualquiera.
Pues menos mal que estaba Olympe de Gougues para avisarles el despiste y redactar ella misma una declaración de derechos de la mujer y de la ciudadana, que si no, imaginaos cómo hubieran sido de machistas los siguientes siglos.
En efecto, los revolucionarios franceses se pasaron por donde ya os imagináis el documento de Olympe, y el propio Robespierre se encargó de que la olvidáramos pronto al ejecutarla en la guillotina por su defensa de los Girondinos y haberse opuesto a la condena de muerte de Luis XVI.
Ay, estos revolucionarios que luchan por la libertad de los pueblos. Que tiquis miquis que eran, de verdad.
Olympe fue, además, dramaturga, filósofa y firme defensora de la abolición de la esclavitud, lo que le valió un buen número de enemigos  entre los nobles franceses que se forraban con el trabajo esclavo en sus plantaciones coloniales.
La declaración que escribió de los derechos de la mujer empezaba con la siguiente frase:
Hombre, ¿eres capaz de ser justo? Una mujer te hace esta pregunta.

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